sábado, 7 de septiembre de 2013

Madrid Olímpica



Cuando pienso en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 me viene a la mente una victoria. La victoria de España, con todos sus defectos y virtudes, en la lucha de abrirse al resto del mundo después de una larga dictadura. Una España del 92 que poco tenía que ver con la de diez o quince años antes, tanto a nivel social como económico.

Sin embargo por más que le intento ver el lado positivo a la candidatura de Madrid (lo siento por mis amigos madrileños) no puedo evitar ver más que un ejercicio de maquillaje, una cosa al estilo de la Fórmula Uno valenciana. Un capricho de nuevo rico y de malos gestores, para demostrarles al mundo que molamos.

En definitiva, una maniobra empresarial que creo que favorecería sólo a los de siempre, a los mismo que desde la sombra están destrozando Europa: las grandes empresas multinacionales -por no poner mafias que es lo que son-. 




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